
Es frecuente observar baldosas desprendidas o rotas en instalaciones de losetas y piedra en fachadas exteriores. Los cambios bruscos de temperatura, provocados por periodos de intensa luz solar seguidos de lluvias esporádicas, provocan variaciones de hasta -15 °F, lo que provoca la expansión y contracción del hormigón y la falla de la adherencia de las losetas. Se recomienda aplicar una membrana impermeabilizante aislante de grietas para compensar estos movimientos y evitar el paso de las sales presentes en el hormigón, que pueden provocar eflorescencias en la superficie. Esta aplicación también requiere el uso de morteros y lechadas para baldosas de alta flexibilidad y deformabilidad.